Pintura moderna guatemalteca
Según La Historia Popular de Guatemala, Tomo IV: “En los años 40 surge la inquietud por actualizar el movimiento artístico nacional, especialmente en las artes plásticas. Se resalta que en la Escuela de Bellas Artes, se contaba con maestros como Humberto Garavito Rafael Yela Günther. Específicamente se inicia en el año de 1,943 cuando se integran la generación del 40 donde se encontraban Guillermo Grajeda Mena, Dagoberto Vásquez y Juan Antonio Franco, ellos reclamaron una mayor apertura por conocer las corrientes artísticas modernas. Miembros del grupo de los 40 hicieron uso del periódico El Imparcial y de Acento, su órgano de divulgación. Las inquietudes fueron canalizadas, llegando a concretarse mejor en el año de 1,944, cuando conformaron la Asociación de Profesores y Estudiantes de bellas Artes (APEBA) ,con el propósito de renovar su casa de Estudios. “
La Pintura en la Década de 1,950
Sin duda alguna los movimientos sociales y políticos de la época se reflejan en el movimiento artístico, algunos se identificaron plenamente. La Historia Popular de Guatemala expresa que: “En el año de 1,952, el gobierno contrató al grabador mexicano Arturo García Bustos para que organizara un taller Libre de Grabado, en la Escuela de Artes Plásticas. En él participaron los artistas guatemaltecos Rina Lazo, Arturo Martínez, Jacobo Rodríguez Kestler. El taller produjo estampas con mensajes revolucionarios que exaltaban las obras sociales del gobierno de Jacobo Arbenz Guzmán, como la carretera al Atlántico y la Reforma Agraria y rechazaba la intervención extranjera.”
“Al caer el gobierno de Arbenz, en 1,954 el taller dejó de funcionar y la Escuela de Bellas Artes dirigida entonces por el escultor Rodolfo Galeotti Torres fue temporalmente clausurada. Un tiempo después se abrió, bajo otra dirección, pero no fue sino hasta 1,957, cuando se designó para ese cargo al artista Roberto Gonzáles Goyri.” Se volvió a abrir el taller de grabado, con la colaboración de Enrique de León Cabrera como maestro.
El maestro De León Cabrera hizo una labor meritoria que produjo una nueva generación de grabadores, entre los que destaca Rodolfo Abularach y Wilfredo López. En el centro cívico, y sus nuevos edificios, se buscó la integración de lo arquitectónico con la escultura y la pintura. El edificio de la municipalidad capitalina se decoró con relieves de Dagoberto Vásquez Castañeda, con el relieve “Canto a Guatemala” lado oriente, y Guillermo Grajeda Mena con “La Conquista”, del lado poniente, decoración Interior de Carlos Mérida “Canto Lírico a la Raza Nuestra” realizado en mosaico tipo veneciano. El Instituto de Seguridad Social con un relieve de Gonzáles Goyri, El Crédito Hipotecario Nacional , con obras de Gonzáles Goyri y Efraín Recinos, y el Banco de Guatemala , decorado por Gonzáles Goyri y Vásquez Castañeda. También colaboró Carlos Mérida quien realizó murales en mosaicos, en la municipalidad y en el Seguro Social, así como esmaltes para los interiores del Banco de Guatemala y El Crédito Hipotecario Nacional. “
Pintura en la época del 1,960-1,980
En Guatemala, estas dos décadas el arte y la producción artística se ven influenciadas por la confrontación social. Según Rossina Cazali citada por la Historia Popular de Guatemala Tomo IV Fascículo 11, “La plástica evolucionó hacia una nueva figuración, en la que se recreó en sus imágenes, la dolorosa experiencia del individuo dentro de una sociedad hostil. Se tenía como denominador común, la búsqueda de nuevas expresiones que reflejaran el dolor de la sociedad. Por lo que es natural que los artistas de estas dos décadas se caracterizaran en profundizar en una estética humanística. La concepción que se hacia del hombre, el tema central de su creación, y su denuncia, eran las situaciones sociales como un producto del mismo hombre. Las soluciones que reflejaban, eran muchas veces de forma muy grotesca, el uso de nuevos materiales (de desecho, resinas metales, plásticos) en collage, el artista trata de comunicar la crisis de la sociedad, la necesidad de cambios y su propio compromiso en la realización de estos cambios. “
La pintura popular guatemalteca
Manifiesta el poder artístico del pintor popular, cuya inspiración traslada y comunica vivencias, tradiciones, costumbres y por supuesto parte de su cosmovisión. La pintura popular indígena trata de transmitir las emociones que el artista percibe de su comunidad, las leyendas, los mitos, las formas tradicionales de organización y de trabajo. Esta clase de pintura se manifiesta en dos formas: la pintura popular religiosa y la pintura popular no religiosa. La pintura popular religiosa es representada en los exvotos, pinturas pequeñas que constituyen ofrendas que se colocan en las paredes de los templos católicos. Los temas no religiosos son aquellos representados por la cotidianidad de las relaciones sociales de las comunidades.
En Guatemala los representantes de la pintura popular son los pintores de San Juan Comalapa y Patzicía en Chimaltenango, San Miguel Totonicapán, Santiago Atitlán, San Juan La Laguna y San Pedro La Laguna en Sololá. La pintura popular guatemalteca tanto profana como religiosa permite ocultar retrospectivamente, en el tiempo y el espacio, la vida diaria de las clases populares.
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